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Para esta edición de mi serie de blogs de amigos y familia con talento para manualidades, me voy a poner un poco sentimental, así que prepárense para una lectura emocional. Desafortunadamente, este miembro de mi familia perdió su batalla contra el cáncer ya hace casi 3 años, así que es un poco difícil ver todo esto sin entristecerme, pero mi tía Martha se merece este pequeño homenaje, y mucho más.
Mi tía Martha fue una guerrera admirable que era imparable en su misión de lograr el éxito de su familia. No había reto al que ella no se le midiera, y aun mejor, hacia todo con una sonrisa de oreja a oreja que hasta hoy veo claramente. Siempre adore a mi tía, y de todas las que tengo, definitivamente ella era la más cercana a mí y siempre recuerdo las veces que se comparaba conmigo, por lo cual esto significa aún más para mí.
Dentro de todas sus cualidades, mi tía cocinaba increíble, cosía cosas hermosas y era literalmente buena para todo tipo de manualidades. Ella era súper creativa y todo lo que hacía no solo era lindo sino también útil, y lo hacía parecer súper fácil. Ella era de esas personas que podían ayudar con cualquier parte de la preparación de una fiesta de principio a fin, y no puedo siquiera estimar cuantos eventos ella ayudó a montar en su vida. La recuerdo inflando globos, cocinando pasa-palos, entregando el cotillón – y todo de la manera más humilde, sin querer siquiera unas gracias. Solo era feliz siendo parte del momento.
De todas las cosas que mi tía sabía hacer, creo que la que más la vi haciendo fue coser. Cuando yo vivía en Venezuela, ella nos visitaba de Colombia y la máquina de coser no paraba desde el momento que ella llegaba hasta que se iba. Aunque mi mama fue quien la compró, la maquina no la tocaba más nadie sino mi tía. Hoy en dia me doy cuenta que este fue el comienzo
de cuando mis aptitudes creativas empezaron a tener una dirección guiada. A mí siempre me había gustado colorear y construir maquetas y ratoncitos de rollos de papel de baño, pero mientras mis manualidades eran para juego y diversión, las creaciones de mi tía tenían propósito. Ella me enseñó a usar la máquina de coser y aunque hasta el sol de hoy tengo problemas ensartando la bobina inferior, he podido completar algunos proyectos gracias a ella.
La primera de sus creaciones que me gustaría mostrar es esta “toalla-bolsa” que, según yo, mi tía inventó. Ahora se ven más comúnmente, pero en aquel momento la de mi tía fue la primera que vi. Fueron un hit total, y ella llegó a hacer docenas ya que todo el mundo quería una. Como ella vivía en Santa Marta, que es una ciudad playera en la costa colombiana, las toalla-bolsas eran súper útiles para todos, ya que eran toallas que se convertían en mochilas, y eliminaban el problema de meter una toalla en un bolso (acaparando todo el espacio), o en su defecto cargarla en la mano. Era genial. Lo sigue siendo.
La otra cualidad increíble de mi tía es que alguien le podía mostrar un producto, y ella lo replicaba con una facilidad incomparable. Esto es algo que ahora me doy cuenta yo también hago, y creo que parte de la confianza que tengo en mi misma de lograrlo viene de verla a ella haciéndolo tantas veces. Por ejemplo:
- Estas toallas de cabeza: creo que mi mama le pidió que la rehiciera un poco más delgada en la parte de abajo ya que ella tiene el cabello corto. Y como por arte de magia…
- Este recuerdo de fiesta de muñecas colgantes: como saben, a veces los recuerdos de fiesta salen anormalmente caros. Así que, para la opción más económica, mi tía decidió hacer una versión diferente de estas muñecas, logrando un look único y perfecto para la fiesta de mi ahijada.
También recuerdo que a mi mama siempre le han hecho falta los gorros de baño, pero siempre se le perdían, así que un día mi tía cortó un poncho de lluvia, compro una tira elástica ¡y listo! Suficientes gorros para una década. Quisiera tener alguna foto de ellos, pero lamentablemente no hay nada en mis archivos. Solo recuerdo que eran amarillos y que me impresiono lo rápido que mi tía logro hacerlos.
Como mencioné anteriormente, mi tía tenía un talento increíble para la costura y la mejor evidencia de ello es, por supuesto, la ropa que hacía. Ella podía arreglar o hacer prácticamente cualquier cosa, y lo hacía. Aquí algunas de las cosas que ella hizo más recientemente:
Créanme cuando les digo que esto es solo una pequeña parte de las tantas cosas que mi tía hizo. Desafortunadamente, en el tiempo que ella estaba haciendo la mayoría de estas cosas aún no había teléfonos con cámaras y no teníamos ese sentido de capturar cada momento como hoy. Pero espero que estas fotos hayan sido suficiente para darle rienda suelta a su imaginación para pensar en todas las cosas hermosas que las manos de mi tía produjeron. Mi tía tenía un gran talento, que me cuento con suerte de no solo haberla visto en acción, sino también de haber aprendido de ella. Una de las últimas veces que hablé con ella, le pude agradecer por sus enseñanzas y le comenté que le había pegado una M a mi máquina de coser en su honor y ella, como siempre, se rio.
Tía, te extraño más de lo que puedo expresar en palabras y estoy eternamente agradecida que dentro de mi grupo de talentosos Amigos y Familia, siempre conté contigo para inspiración, conocimientos, y más que todo, tu actitud de “sí se puede” y tu sonrisa.
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